jueves, 5 de mayo de 2011

Día 5: una canción que te recuerde a alguien

Me recuerda a mi papá, le que da a tal grado, es increible, de verdad. Hace unos meses supe que él también piensa lo mismo. "Su filosofía de la libertad fue ganar la suya sin atar a otros y sobre los otros no pasar jamás", "digo nuestro perro porque lo que amamos lo consideramos nuestra propiedad y era de los niños y del viejo Pablo a quien rescataba de su soledad".



Era callejero por derecho propio,
su filosofía de la libertad fue ganar la suya sin atar a otros
y sobre los otros no pasar jamás.

Aunque fue de todos nunca tuvo dueño que condicionara su razón de ser,
libre como el viento era nuestro perro,
nuestro y de la calle que lo vio nacer.

Era un callejero con el sol a cuestas,
fiel a su destino y a su parecer,
sin tener horario para hacer la siesta,
ni rendirle cuentas al amanecer.

Era nuestro perro y era la ternura que nos hace falta cada día más,
y era una metáfora de la aventura que en el diccionario no se puede hallar.

Digo nuestro perro porque lo que amamos lo consideramos nuestra propiedad
y era de los niños y del viejo Pablo a quien rescataba de su soledad.
Era un callejero y era el personaje de la puerta abierta en cualquier hogar
y era en nuestro barrio como del paisaje, el sereno, el cura y todos los demás.

Era el callejero de las cosas bellas y se fue con ellas cuando se marchó,
se bebió de golpe todas las estrellas, se quedó dormido y ya no despertó.
Nos dejó el espacio como testamento, lleno de nostalgia, lleno de emoción,
vaga su recuerdo por los sentimientos para derramarlos en esta canción.

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